Con mi mamá queríamos viajar por vacaciones a algún lugar en el Caribe, y surgió la idea de conocer Aruba. Compramos el viaje con mucha anticipación, siguiendo algunas recomendaciones de amigos que nos dijeron que la isla era un sueño. Como este era un viaje familiar (madre e hija), buscamos un hotel todo incluido, que nos permitiera disfrutar principalmente de la playa y piscinas, sin mayores preocupaciones ni gastos extras. Así llegué al Riu, uno de los pocos all inclusive de la isla, y una cadena con la que ya tengo varias experiencias previas (¡Todo un acierto!).
La fecha llegó y con solo algunos vestidos y trajebaños en la maleta (y muchas ganas de descansar y pasarlo bien) partimos a Aruba. El viaje es largo ya que desde Chile no hay vuelos directos. La escala en Bogotá al menos fue corta y agradable gracias al VIP de Priority Pass, aunque finalmente llegamos a Oranjestad a las 17 PM, luego de haber salido a las 8:40 AM de Santiago. Recomendación: viajar de noche para no perder un día en el hotel.
De inmediato nos sorprendió el viento, que no era una simple brisa. Ya me habían comentado que siempre corría viento en Aruba, pero era bastante fuerte. Murphy, en todo el caribe había un clima inusual acompañado de viento, y no se iría durante todo el viaje. Ya al segundo día decidí hacerme a la idea y disfrutar del lugar, aunque no pudimos estar mucho en la playa ya que la arena golpeaba fuerte, así que nos ubicábamos en la piscina y hacíamos un par de viajes al mar, de los que regresábamos como una escalopa humana.
No solo los chilenos son ingeniosos. Allá venden unos clips muy estilosos para agarrar las toallas a las hamacas de playa. ¡Un must si vas a la isla! Eso nos salvó de varias humillaciones (todo se volaba).
¿Que visitar en Aruba?
Gracias a una invitación de la oficina de Turismo de Aruba, hicimos un city tour por los mejores lugares de la isla… Sus monumentos, playas y poblados. Incluso pude escalar un antiguo edificio que se usaba en la extracción de oro, cuando aún estaba permitida en la isla (lo que sacaron se lo llevaron a Holanda, país al que pertenece Aruba).
El lugar es grande y tiene una diversidad de paisajes que asombra. Pasamos de un mar cálido y turquesa a uno violento y de grandes olas, muy parecido a algunas zonas del océano pacífico. Incluso pudimos ver cactus y muchas formaciones rocosas naturales. Lo ideal es ir acompañados por un guía para que te vayan contando la historia, y hacer el recorrido en camionetas 4x4 o jeep.
Las playas son bellas y están a la orilla del camino. Algunas no tienen arena y se accede directamente al mar desde escaleras, y otras como Baby Beach tienen bastante espacio para tomar sol y bañarse. Esta playa tiene una gracia especial: aunque camines metros y metros hacia el interior, el agua solo te llega a las rodillas.
Distinción especial para Jazmine Maduro, la entonces encargada de prensa que nos acompañó y que luego nos invitó a cenar a uno de los más lindos y elegantes restaurantes de Oranjestad: Papiamento (el mismo nombre de uno de los idiomas oficiales de la isla, el otro es el Holandés). Aquí comimos ricos platos típicos y una Langosta maravillosa!
¿Dónde comer en Aruba?
Como les comenté al principio, son pocos los hoteles con sistema todo incluido, así que la oferta gastronómica es bastante amplia, y también la oferta de locales nocturnos. En la calle hotelera de Palm Beach (donde se encuentran los hoteles Riu, Hilton y Hyatt) tienen dos centros comerciales con locales para comer y varios restaurantes de comida internacional. Aquí también encuentras un Hard Rock Café y un par de discotheques.
Para comer (o tomar) helados está Gelatissimo, una cadena de heladerías con sabores increíbles, como el Red Velvet. En la isla también tienen Baskin Robins, una antigua cadena casi extinta que tiene ricos sabores como el Cookie Dough (helado de crema y galletas con chocolate). Las pizzas y pastas abundan, junto con las hamburguesas y productos del mar.
Y si eres más aventurero, puedes adentrarte a otros lugares de la isla y comer en Zee Rover, donde se compra la comida por peso (pescado, camarones, plátano frito y papas fritas) y luego te la comes con la mano mirando el mar.
Sobre el hotel
El Riu Palace Aruba es por lejos el hotel más lindo de la isla, y destaca desde lejos por su arquitectura con rasgos árabes. Las habitaciones son grandes e incluso sin pedir las más caras, la vista es espectacular (a la piscina y la playa). Un detalle: la mayoría solo tienen una cama King y si quieres dos camas Queen debes pagar más por la habitación.
En cuanto a comida, el hotel cuenta con dos restaurantes buffet, y tres a la carta (atención por orden de llegada). La comida es variada pero las preparaciones no son tan ricas como en los Riu de México. Los restaurantes de países (Italiano, Japonés y Francés) no ofrecen muchos platos típicos y los postres son especialmente pobres en preparación. Lo siento, soy exigente en el punto de la gastronomía.
La atención es muy buena, especialmente de garzones y anfitriones. Los chicos del bar también se esfuerzan por atender con cortesía, aunque siempre están corriendo. En cuanto a entretenciones, el Riu cuenta con un equipo de animación, área de shows y casino. Lo último lo mejor, ya que varios de los shows eran aburridos y solo un par destacaba en producción. Los chicos del team del hotel no se notaban muy entusiasmados durante el día y las actividades están pensadas principalmente para los estadounidenses. (De todas maneras poco importa esto a la hora de pasarlo bien o disfrutar del lugar).
Un resumen del viaje
Una rica experiencia conociendo un lugar nuevo lleno de hermosas vistas, al que hay que ir preparado para convivir con el viento (más shorts, menos vestidos). Un destino tanto familiar como para parejas; un lugar para descansar y recargar energías bajo el sol del Caribe. Lo único malo, las conexiones de Latam Airlines (traten de evitar esa aerolínea).
¡Fue un gusto Aruba!
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