Debo decirlo, ¡me encantan los Casinos! Hasta hasta algunos años iba seguido a jugarme unos pesitos en las máquinas y me entretenía bastante. Por eso, ir a Las Vegas fue como ir al templo de los Quick Hit y la diversión. Ya había ido una vez cuando tenía 18 años, pero no me dejaron jugar porque en Estados Unidos la mayoría de edad es a los 21, pero pude volver varios años después con mi mamá y ahora sí que sí.
Cada hotel tiene sus propios salones de juego, con mesas y maquinitas. Los tragos corren por cuenta de la casa (aprendan casinos chilenos) y si te da hambre, hay patios de comida a solo unos pasos.
Nosotros nos quedamos en el Montecarlo, un hermoso hotel, bastante cómodo, y ubicado en plena calle principal, muy cerca del Bellagio y el Caesars Palace, y conectado con todos los hoteles a través de un sistema de mini trenes que cruzan la zona hotelera (¡Muy buena idea!) También tenía Casino y varias opciones de comida (incluido un McDonalds). Hoy se transformó en el hotel de lujo Park MGM.
Un lugar para recorrer y disfrutar
Las Vegas es una ciudad que no para... ¡Es literal! Puedes caminar a las 4 am con shorts y hawaianas y verás a grandes y chicos disfrutando de las luces y shows, como las aguas danzantes del Bellagio, que bailan al ritmo de distintas músicas; o el show de Los Piratas del Caribe, en el que un barco se hunde totalmente en el agua. Además puedes ir entrando y saliendo de los salones de juego de cada hotel. Acá todos te reciben bien y no te cobran entrada.
Otras maravillas de la ciudad son los show de luces en el centro de la ciudad (a unos 20 minutos de la zona hotelera). Acá están los hoteles Casino más antiguos, y para mantener activa la zona crearon una calle techada donde puedes ver diferentes proyecciones y hasta tiene un canopy. ¡Buenísimo!
También puedes dar un paseo en góndola en el hotel Venetian, y sentirte como si estuvieras en la hermosa ciudad italiana.
¡En Las Vegas todo es posible! Como terminar casándote en una wedding chapel, con Elvis como pastor o testigo.
Y bueno, también tuvimos tiempo para ir a los outlets, con precios que realmente valen la pena. Están a unos 20 minutos de la ciudad y hay uno a cada extremo de Las Vegas. Tómense todo un día para esta tarea. Hay patios de comida y agua suficiente para capear el calor.
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